lunes, 23 de mayo de 2011

Forrest Gump


No hay mejor forma de empezar esta nueva andadura que con uno de los clásicos del Hollywood moderno: Forrest Gump. No recuerdo cuando había sido la última vez que viera esta película, pero deben de haber pasado al menos 10 años. Con esas edades, todavía nadie tiene consciencia suficiente como para ver el cine como un arte, ni siquiera como algo más allá que un simple entretenimiento. Entre esto y la escasa memoria que me acompaña desde siempre, nunca pude valorar con certeza esta película. De ella solo guardaba un mero recuerdo de que me había agradado, me había parecido simpática y que el personaje de Forrest me consiguiera llegar a caer bien. Pero nada más allá, era un simple exitazo americano, hipergalardonado en los Oscar, "robándole" todo el protagonismo a Cadena Perpetua.

Pero eso era solo hasta esta noche. No puedo decir que me haya sorprendido ni que mi opinión sobre ella se haya disparado (sigo prefiriendo Cadena Perpetua) pero si que me dio la opción de analizarla un poco más y de crearme una valoración algo más adecuada y rigurosa que la del simple recuerdo de un niño.

La obra de Robert Zemeckis nos narra con gran astucia la historia más reciente de Estados Unidos. Toda ella con el propio Forrest como hilo conductor, con situaciones que, a veces, rozan el falso documental (delirante la escena de Lennon y Gump juntos en la televisión). Toda la turbulenta historia de este país, se nos hace más entrañable, solo gracias a Forrest, que con su inocencia y sus  sencillos principios nos cautivan, nos crea el efecto a que todo lo que le pasa a él y a los que les rodea es más agradable. Gran culpa de esto la tiene la actuación de Tom Hanks, que lo clava, e inmortaliza a uno de los personajes más míticos del cine moderno.

En cuanto a su guión y estructura, la película se retroalimenta continuamente a través de las coletillas que va soltando Tom Hanks. Una nos va llevando a otra, en situaciones que aun que no se repiten, permiten que el mismo discurso sea válido. Con esta retroalimentación, nos van manteniendo enganchados. A todos se nos queda la misma cara al oír por segunda o tercera vez en situaciones distintas a Forrest diciendo " Mi mama dice que la vida es como una caja de bombones...". Es un ejercicio de guión inteligente, que se usa en múltiples películas, aun que en esta particularmente le encuentro un fallo. Las idas y venidas de Jenny. Se hacen aburridas, cansinas y predecibles. Da la sensación de que en cuanto la historia queda un poco en bajo, recurrir a ella es el comodín. Demasiado fácil a mi parecer...

Por último ya, la banda sonora de la película no podría ser mejor. Con temas que encajan perfectamente en las escenas (como en las escenas de guerra) y que ademas encajan perfectamente en el contesto histórico del país (como las canciones de The Doors, Jimmy Hendrix...). Un gran acierto de Alan Silvestri (normal, con ese nombre...)

En definitiva, obra recomendada a todo el mundo, pero a mi parecer, un poco alabada de más por público y crítica.

3 comentarios:

  1. Buen ¿comienzo? de blog.
    Tom Hanks está SUBLIME.
    Y mira que no poner que Forrest fue accionista de Apple... Steve Jobs nunca te lo perdonará.

    ResponderEliminar
  2. Cuando Steve Jobs me regale un Mac empezaré a hacerle publicidad en mi blog!

    ResponderEliminar
  3. Ya no me acuerdo de cuándo fue que la vi. Pero si, Rubén tiene toda la razón del mundo; papelón de Tom Hanks.
    Me encanto también cómo muestra el mundo desde una visión(sobre todo al principio) un tanto particuliar, haciendo insignificante cosas que vemos muy dificultosas.
    3) El chaval ligó bien ligado.

    Acabouse

    ResponderEliminar